¿Ha llegado el momento para su empresa? Esa es la pregunta que miles de empresarios, en cualquier lugar del mundo, se hacen cada día. Los entornos económicos y empresariales han sufrido cambios profundos (más que nunca antes en la historia) que se han acelerado de modo exponencial en el último cuarto de siglo. Internet, digitalización, big data, cloud, hiperconvergencia… Términos que ni siquiera existían unos pocos años atrás son capaces de marcar hoy día (para bien o para mal) el futuro de millones de negocios. Por tanto, ese “momento” se refiere al desafío de proyectar cómo su empresa puede asegurar su futuro emprendiendo nuevas iniciativas o, simplemente, haciendo mejor lo que venía haciendo ahora. Estos cambios, casi en la totalidad de los casos, pasan por una renovación de los medios tecnológicos que utiliza el empresario. Y en esa renovación, el almacenamiento acostumbra a jugar un papel principal.

Consolidar para simplificar

Decíamos que los cambios han sido muy rápidos en los últimos años, con lo que las nuevas y viejas tecnologías a menudo han convivido, pero no siempre de la mejor manera posible. Muchos negocios no han podido (por falta de capacidad de inversión o por ausencia de un buen asesoramiento en el tema, por ejemplo) emprender con una visión global, y a medio y largo plazo, la renovación de sus equipos TI, con lo que han tenido que buscar formas de procurar (a veces de forzar) el ajuste entre distintos tipos de sistemas de almacenamiento.

Son esos negocios los que ahora están buscando una forma de guardar más datos a menor coste. Pero no solo: también quieren poder acceder a ellos de forma más rápida, consiguiendo un mejor rendimiento para sus sistemas y, por extensión, para toda su empresa. Ahí es donde entran en juego los procesos de consolidación del almacenamiento: habrán tenido éxito si se simplifica su gestión dotando de mayor agilidad y eficacia al negocio.

Almacenamiento conectado y unificado

No es infrecuente que una compañía haya ido acumulando a lo largo de los años diferentes dispositivos de almacenamiento, y que estos estén ubicados en distintos lugares de las instalaciones. Algunas habrán sumado, además, de forma más reciente el uso de la nube (pública o privada) para guardar una parte de sus datos. Cuando se da esta situación, es necesario buscar una fórmula de unificar todos los sistemas de almacenamiento que los torne más eficientes, y que minimice las dificultades de gestión para el personal que está al frente de esta tarea.

Aquí es donde una empresa como NetApp aporta soluciones efectivas (por rendimiento, por simplificación, por posibilidades de escalibilidad, etc.). Es el caso de poder contar con un almacenamiento centralizado y conectado en red, lo que conocemos como NAS (por las siglas de Network Attached Storage), que sustituya al almacenaje disperso con el que contábamos. Al mismo tiempo, NetApp también ayuda a los negocios en la implementación, despliegue y gestión de otro recurso puntero y de máxima eficacia hoy día: el cloud híbrido.

A tener en cuenta

Aunque cuando se camina hacia la consolidación del almacenamiento (bien acompañado y eligiendo los dispositivos adecuados) todo acaban siendo ventajas, no debemos descuidar los pasos intermedios ni los efectos colaterales. Por ejemplo, si sustituimos los sistemas que veníamos usando, ¿los descartamos o les buscamos un nuevo uso? Un buen plan de almacenamiento debería contemplar las posibilidades de reutilización de equipos (por ejemplo, para cuestiones de backup o disaster recovery).

Otras cuestiones que deberá tomar en cuenta la planificación son las económicas, a corto, medio y largo plazo, y no referidas únicamente a la inversión, sino también a los gastos de mantenimiento, consumos energéticos, etc. Es por todo ello que, en estos procesos, puede contar con el asesoramiento de los profesionales de IEAISA, y con los sistemas de los fabricantes más reconocidos a nivel global, como es el caso de NetApp. No dude en preguntarnos si a su empresa, ahora sí, le ha llegado el momento del cambio.